comprando el silencio de lula.. XD (lemon) bue no es tan fuerte..

No tengo ganas de hacer nada, simplemente deseo estar recostada en el sofá aun si hoy es viernes y lo normal es salir el dia fue terrible en la universidad. Desde que vivo en Seúl hace cinco años gracias a la beca q obtuve todos los días son una lata, pensé que sería distinto pero no es así, en mi país ya nos explotaban pero esto es exagerar, no sé ni porque estoy pensando en esto; un sonido me saco de mis cavilaciones abriendo mis ojos hacia el techo blanco.

-alo-dije cansada.

-lula- alguien grito con fuerza al otro lado de la línea.

-Maite-pregunte mientras frotaba mi oído.

-claro que si, quien mas podría ser-suspire presintiendo lo que me diría.

-nos acabamos de separar hace quince minutos, tanto me extrañas- mi tono fue sarcástico.

-nos vemos en media hora donde siempre, si no llegas a tiempo más te vale tener una buena excusa- trate de refutarla pero el tono de colgado me dejo desarmada.


Me vestí de mala gana tratando de ocultar mi cansancio con el maquillaje al final quede linda como siempre, llevaba una falda corta con un blusa a juego y zapatos altos de aguja, no parecía la misma chica que hace poco tiempo estaba en la universidad con jeans y tenis corriendo de un lado a otro.


Llame un taxi y me dirigí a la discoteca de todos los viernes, llevaba diez minutos de retraso aunque Maite no debió haberse percatado, para ese momento ya debía haberse encontrado con más de un conocido por así decirlo.


Mientras el auto recorría la ciudad veía el cielo nublado amenazando con tormenta y la luna reinando el oscuro cielo.

Entre a la discoteca con el mismo sonido estrepitoso de siempre, no podía divisar mucho, busque a Maite en algún lugar y la encontré bailando con un chico alto parecía muy cómoda, me dirigí a la barra y pedí el mismo trago de siempre sin saber porque empecé a aburrirme rápidamente.


-que te pasa- pregunto Maite separándose de aquel chico.

-nada, solamente estoy cansada- era la verdad- quiero irme a casa, la próxima semana prometo quedarme más tiempo- mientras seguía
siendo besada por el chico asintió con la cabeza, tome mis cosas y Salí sin rumbo fijo.


No quería regresar a casa pero tampoco estar en un lugar tan ruidoso, camine por la acera pensando a donde ir y qué hacer para desestresarme un poco y respirar, gotas empezaron a caer del cielo chocando contra la piel de mi rostro se sentía bastante bien pero empezaba a ser demasiado para mí, la ropa que llevaba no ayudaba; entre al primar lugar que vi abierto, ni siquiera me di cuenta donde estaba hasta que leí un letrero que decía “teleférico de namsan” no había ido antes al teleférico, me aprecio tentadora la idea de ver la ciudad desde el cielo en medio de la lluvia.


Busque la boletería y compre un ticket, me sorprendió que atendieran toda la noche, subí a la cabina color rojo esperando ir sola ya que no divisaba a nadie por ningún lado justo antes de que se cerrara la puerta un chico la detuvo entrando, tenía el pelo rubio y un rostro apacible, me parecía conocido pero no podía recordar con claridad de donde o tal vez no quería hacerlo porque no me interesaba pensar demasiado en ese momento simplemente quería encontrar un forma de relajarme completamente.


Sentí una mirada penetrante sobre mí, que no podía ser de otra persona más que del chico junto a mí, le devolví la mirada directamente no tenía ganas de tratar de escapar.

-se te perdió algo- pregunte descortésmente.

-nada- se acerco más de lo normal hacia mí.

-el lugar es bastante grande para dos personas- me aleje al otro extremo.


El me imito poniéndose junto a mí nuevamente.


-Cuanto dura el trayecto?- susurre para mí.

-dos horas de ida y lo mismo de regreso- sonrió nuevamente.

Por alguna razón que aun desconozco su cercanía no me incomodaba pero en mi cerebro estaba esa vocecita diciéndome que retroceda.

-gracias-dije mecánicamente.

-esto está tardando demasiado-no entendí.


Me acorralo contra el vidrio, no sabía qué hacer ante sus acciones, sabía que estaba mal pero aun así dentro de mí no quería evitarlo.

-te vi con tu amiga, me gustaste pero te fuiste antes de que pudiera hablarte- su aroma se filtraba por mi nariz- no sé porque quise seguirte –
se acerco mas a mí.

-que quieres- no podía escapar hacia ningún lugar.

- a ti- contesto sutilmente- no me recuerdas verdad- lo mire extrañada a los ojos, si lo conocía pero no sabía de dónde-seguía hablándome sin que yo supiera quién era.

-quien eres- trate de salir de su amarre.

-juraste ser mi amiga por siempre y ya me olvidaste- imágenes volvieron a mi cabeza como relámpagos, al fin supe quien era, jamás pensé encontrarlo otra vez.

-junsu- pregunte tímidamente.

-bingo, pensé que me habías olvidado- sonrió por un instante.

-que quieres de mi – tenia curiosidad del porque después de tantos años de no verme apareció de la nada siguiéndome.

-saber porque jamás volviste- sonaba tenso.

-no teníamos nada de qué hablar, te convertiste en alguien famoso porque debería haberte llamado, solo hubiese logrado traerme problemas- no podía creer q lo hubiese olvidado.

-has cambiado mucho- no entendía que se refería.

-claro que sí, tengo que hacerme más dura- respondí.

Sentí como el escrutaba en mis ojos delineando mi rostro, empecé a sentir como su olor me embriagaba, su aliento húmedo chocaba contra mi rostro. Mis manos empezaron a temblar y mi corazón latía con más rapidez.

-tan poco te duro el amor- baje mi mirada.

-el amor no es algo que simplemente pueda desaparecer cuando yo quiera- estaba hablando demás.

- entonces aun sientes algo por mi-pregunto reduciendo a nada la distancia.

-han pasado cinco años-presentí que no le gustaron mis palabras.

-yo aun no te olvide- me susurro al oído atrapando el lóbulo de mi oreja con sus dientes. Un suspiro se escapo de mis labios, intente contener
un gemido. No podía creer que siguiera perturbándome. Me dedique a observarlo desde lejos todo este tiempo tratando de olvidarlo.

Abandono mi oreja dedicándose a acariciar con ternura mi cabello, no podía creer lo que sucedía en ese momento y mucho menos lo que el contacto provocaba en mi cuerpo, todos mis sentidos despertaron haciendo que me desmorone.

-no lo hagas- intente decir, pero él puso su dedo sobre mis labios.

-las reglas las pongo yo- soltó ante mi reacción.

Su boca se acerco a la mía sin quitar su dedo de mi boca, intente moverme pero mi cuerpo no respondía, me rendí a sus deseos.

Deslizo su dedo que separaba nuestras bocas haciendo que se unan, cerré mis ojos mientras su lengua empezaba a infiltrarse.

Por un instante la cordura regreso e intente cerrar mis labios en muestra de resistencia, junsu empezó a acariciarme en busca de mi aprobación lentamente fui cediendo, su lengua me proporciono sutiles caricias.


Puso una de sus manos en mi pierna izquierda ligeramente, a cada momento su boca se volvía más y más exigente enredando su lengua y quitándome el aliento.


El tiempo pasaba sin darme cuenta, no sabía exactamente cuanto más podría durar el trayecto, me sobresalte al sentir su mano deslizándose por mi pierna hasta llegar a mi muslo. Intente separarme mas junsu no planeaba permitirlo, me agarro del mentón haciendo que lo encarara.

-relájate..- susurro mordiendo mi labio inferior.


Solté un gemido nuevamente provocando una sonrisa en el rostro de junsu.


Continuo moviendo su mano ascendiendo mientras su boca estaba en mi cuello mordiéndolo desatando suspiros de mi boca.


Desee con todas mis fuerzas hundir mis manos en su cabello rubio, sentir el calor de su cuerpo. Sus manos subían, respire agitadamente aumentando la temperatura de mi cuerpo. Su mano se cerró sobre el cierre al costado mi blusa sentí temor y dudas.

-confía en mí- su voz era segura mientras bajaba el cierre, sus dedos acariciaban el recorrido erizándome.

-junsu- susurre.

Deslizo la prenda sobre mi cabeza acariciándome, desabrocho mi sujetador y lo tiro sobre su hombro, no pude evitar sonrojarme al notar mi piel desnuda.

-deja de mirarme- inquirí avergonzada.

-no puedo-sus dedos se deslizaban desde mi cuello hasta mi ombligo. Posando sus manos en mis senos apretándolos suavemente.

-ai….- no pude refrenar el gemido.

Mientras notaba sus manos en mi cuerpo me estremecí y aun más cuando fue su boca la que comenzando a acariciarla, su lengua acariciaba
el erguido pezón provocando un fuego abrazador en todo mi cuerpo.

-junsu…. yo…-intentaba decirle lo que mi razón no me dejaba.

-que quieres lula- dijo atrapando mi otro pezón con su boca mordisqueándolo.

-necesito….. Quiero…. Tocarte. Susurre casi imperceptiblemente encendiendo mis mejillas.

Junsu sonrió abiertamente al escuchar mi petición, se incorporo.

Me tomo por debajo de los hombros, se me acerco poniendo su pierna entre las mías apoderándose de mi boca.

-dímelo lula- inquirió.

-q.. Que.. Quieres… que te diga..- pregunte.

-que aun me amas- ordeno clavando su mirada en mi.

Abrí mis ojos haciendo que mi corazón lata estruendosamente, sentí el aliento de junsu rozar mis senos borrando todo argumento en contra
de lo que hacíamos.

-te amo- al oírme sonrió nuevamente acariciando con la punta de su lengua mi pezón. Subí una de mis piernas a la cintura de junsu, una de sus manos presiono mi seno masajeándolo, su otra mano descendió hasta mi entrepierna deslizándose hasta llegar a mis nalgas.

-ahh……. Junsu!-gemí al notar su erección.

-te gusta- pregunto con la voz ronca.

-que- respondí sin entender.

El situó sus dos manos en mi espalda apretando mis nalgas, moviendo sus caderas contra las mías provocando un fuerte gemido.

-me acabas de responder- dijo satisfecho, me empotro contra el vidrio de la cabina comenzando a frotar su sexo contra mi.

-eso.. Me gusta… mas…!- se separo de mí, yo lo observe sintiendo un fulgor en mis mejillas.

-lula, desnúdame- lo mire sorprendida al escucharlo.

-que- dije aun sin comprender.

-querías tocarme no es verdad- levanto su ceja un poco y me ofreció su mano.

La tome aun reticente acercándome a su cuerpo, desnude el pecho de junsu desabotonando su camisa con cuidado, baje mis manos hasta la hebilla de su cinturón al hacerlo me detuve, mis manos deseaban hacerlo pero me quede congelada.

-relájate- repitió alentándome, trague salive y poco a poco la abrí para luego terminar con sus pantalones, no pude evitar ver el busto debajo de la tela de sus bóxer.

Me tomo en sus brazos acorralándome contra el vidrio, deslizo sus manos por mi espalda, llegando a mis caderas.

Mis manos empezaron a pasear por su pecho notando como se erizaba su piel tanto como la mía, soltó un gemido al notar que mis manos bajaban por su abdomen llegando hasta sus nalgas.

-l..ula- gimió logrando hervirme la sangre.

Me quito la falda dándome ligeros besos en mi piel; una de sus manos llego a mi estomago bajando internándose en mi sexo.

-j.un.su-grite excitada por el contacto.

Sus dedos empezaron a moverse circularmente mientras lamia mi cuello. No podía evitar mis gemidos aferrándome a la espalda de junsu.

Sin que pudiera impedirlo metió dos dedos en mi interior, estimulando mi clítoris, grite arqueando mi espalda sin poder evitar marcar su espalda con mis uñas.

Susurre incoherencias mientras tormentas de placer ascendían por todo mi cuerpo.

-disfruta- me dijo aumentando su ritmo, su mano se humedeció por mi excitación, con su otra mano tomo mi seno apretándolo fuertemente mientras su lengua se introducía en mi boca.

Un orgasmo estaba llegándome nublando mis ojos y perdiendo mi fuerza me desplome sobre junsu. saco sus dedos de mí, se los llevo a la boca lamiéndolos uno a uno.

-junsu- dije con mi respiración entrecortada por el cansancio, el aprovecho para terminar de desvestirme y desvestirse.

No pude evitar mirar su enorme erección relamiéndome los labios.

-lula- me invito a acercarme- tócalo-sus palabras eran lo que yo esperaba.

Levante la mirada moviendo mi mano lentamente hacia su sexo.

-no muerde- sonrió.

Envolví mis manos en su miembro apretándolo suavemente viendo la reacción en su rostro, el cerro sus ojos gimiendo roncamente. Sentí la
necesidad de devolverle el placer que me dio, me arrodille delante de él, y metí su miembro en mi boca su cuerpo se estremeció, empecé a moverme lamiéndolo de arriba abajo.

Continuaba con los movimientos de mi boca pero él me tomo por los hombros haciendo que me levantara pegándome a la pared.

-quieres volverme loco- pregunto besándome, subí mis piernas a su cintura aferrándome más a él.

Situó sus manos en mis nalgas y empezó a penetrarme con cuidado introduciendo su gran miembro por mi cavidad, me tense al sentirlo y
aruñe fuertemente su espalda y soltando un grito de dolor.

-tranquila, te va a gustar- intento calmar mis temores.

Poco a poco moví mis caderas contra las de él, me beso con ternura moviéndose en mi interior, transformo el dolor en placer.

-ahhhh!... junsu!- gemí en su oído mientras las embestidas aumentaban. Nuestros cuerpos se movían rápidamente chocando uno contra otro,
nuestros alientos se mezclaban, con la piel cubierta de sudor.

Sentí como el orgasmo llegaba haciéndome soltar el gemido más fuerte de todo el recorrido, exhausta mi cuerpo y el suyo se deslizaron por
el vidrio hasta quedar en el suelo, me tomo en sus brazos acomodándome en su regazo intentando recuperar el aliento.

-junsu- deje ronroneando –es hora de vestirnos- termine.

Nos arreglamos lo mejor que pudimos llegando al final del recorrido, la puerta de la cabina se abrió mostrándonos la solitaria sala, salimos sin decir una palabra y llamo un taxi para mi, los rayos del sol no tardarían demasiado en salir.

-me llevaste al cielo, flote en el aire-dije soltando una risa apenas audible-te amo- solté besándolo para subirme en el taxi. Lo mire por la ventana mientras me alejaba de su figura desde ese momento decidí que lo volvería a ver pero no como al cantante de TVXQ sino como el chico que me ayudo a encontrar mi salón convirtiéndose en mi amigo y el amor más grande de mi vida desde hace cinco años ya.