lycans and vampires

ENTRE LOBOS

Miles de caminos que serpentean frente al destino me llevan lejos de lo que realmente deseaba, mis días han pasado poco a poco y me es difícil escapar del olvido aun tratando de mantener encendida la luz en mi mente para que los recuerdos no estén corriendo líquidos alejándose por la corriente arrastrando lo que tienen en su camino; trato de tomarlos con mis manos pero las imágenes desaparecen poco a poco, me aferro a ellos e intento hacerlos regresar me siento confundida muchas veces pero todo está mezclado en mi cabeza.


No puedo dormir es inútil intentarlo. Aun cuando presiono con fuerza mis parpados el sueño no llega a mí, por más que lo intento mis ojos permanecen abiertos aunque no pueda ver más allá de la oscuridad mientras siento el aroma de los arboles filtrarse por la ventana.


Es inútil seguir intentando dormir, tal vez el caminar me ayude a conciliar el sueño después, mi vestimenta consiste en una simple bata de seda, si mi madre me viera estaría disgustada al verme caminar por los pasillos así pero ella debe estar recostada en los brazos de mi padre y no sabrá que salí de esta forma.


La fría balaustrada como siempre provoca un poco de escalofríos en mis pies pero sentir el frio es de cierta forma cómodo camino hasta las enormes puertas de vidrio decorada con delicadas imágenes celestiales, si no fuese por nuestra existencia en esta casa podría parecer un convento barroco, pero no lo es.


Mis pasos son apenas imperceptibles por el enorme sendero que me lleva hacia el gran jardín que rodea la casa, la brisa nocturna choca contra mi rostro y los recuerdos se mezclan en mi cabeza mientras intento ordenarla poco a poco. Mis ideales han sido confundidos y lo que antes para mí era una realidad ahora es tan solo una quimera que deseo desaparecer para contemplar la verdad.


La luna perfecta y enorme se levanta imponente en medio del cielo blanca como ella sola iluminada por el sol, reinando la noche llevándose con ella los pensamientos oscuros de los hombres.


Un aullido se escucha a lo lejos y las palabras de xiah vuelven a mi cabeza “corre” mi corazón empieza a sentir un poco de miedo lentamente mis pies retroceden recogiendo mis pasos, me giro rápidamente caminando con mayor velocidad a cada instante, siento miradas sobre mí, algo me está acechando vigilándome mientras intento llegar a casa para sentirme segura.
Unos brillante ojos se distinguen entre la maleza, por un instante me congelo “corre” de nuevo xiah está en mi cabeza, sin vacilar le hago caso comenzando la huida lo mas rápido que puedo, mis pies descalzos sienten las heridas que las piedras le provocan. Puedo ver las puertas brillando, estoy tan cerca de llegar a escasos pasos de lograrlo al fin.


De pronto sin que pudieran reaccionar cuatro lobos están frente a mí gruñendo relamiéndose sus enormes dientes acercándose a mi mientras quedo encerrada en un círculo de sus iguales. Son enormes más de lo normal.

El miedo está empezando a consumirme.

Intento calmarme pero es demasiado para mi, miro hacia todas partes desesperadamente buscando alguien que me salve pero no encuentro a nadie mientras mi corazón late veloz. Lanzo un grito esperando que me escuchen, los minutos pasan sin que nadie llegue en mi auxilio.


El que parece su líder empieza a olfatearme haciéndome sentir escalofríos, grito de nuevo buscando ayuda pero sigo sin salvación.


El círculo poco a poco empieza a cerrarse en torno a mí, Se están lanzando frenéticamente cierro los ojos esperando mi fin y ser destrozada por ellos pero nada ocurre, pasa el tiempo. Abro lentamente para buscar la razón por la q no atacaron. Un lobo esta frente a mi tiene pelaje plateado con ligeros tintes rojos y negros, al verlo defendiéndome la ira de los demás aumenta pero por alguna razón se ven intimidados.


Finalmente se apartaron alejándose aun en contra de su voluntad desapareciendo en la penumbra.

El enorme animal que me salvo se giro al instante caminando hacia mí, instintivamente retrocedí al verlo hacerlo pero dentro de mí una voz me decía que no debía temer, aun así seguí alejándome lentamente aunque de pronto pude ver sus ojos y por alguna razón me parecieron conocidos, una sensación empezó a crecer en mi interior, recogí mis pasos acercándome quedándome mirándolo directamente tratando de entender.


A mi mente llegan letras que no podrían tener ninguna relación formando un nombre que no pronunciaba hace tiempo, lo acaricio mientras mi boca empieza a pronunciar la primera letra.

- x… -otro aullido se escucha y el lobo desaparece en medio del bosque rápidamente.

No tengo idea porque quise pronunciar ese nombre cuando lo vi pero estaba segura que debía hacerlo aunque fuese un simple animal el que estaba mirándome pero por un instante imagine que era una persona que añoraba con el alma.


Lo mejor sería regresar a casa e intentar dormir, por ningún motivo mis padres debían enterarse de lo que había ocurrido serian capaces de buscar a los animales por todo el país hasta encontrarlo y tal vez sacrificarlos.


Mañana iremos a visitar nuestra antigua casa, estoy muy inquieta como cada vez que vamos, es muy difícil entrar ahí cuando el recuerdo más fresco que tengo es el de mi padre en el frio ataúd pero necesito recordar que el existió para que las llamas del olvido no lo conviertan en simples cenizas que el viento esparcirá en mi memoria.


Abro mis ojos preguntándome si fue un sueño o realmente paso, como todas las mañanas una mucama entra para ayudar a vestirme, un hermoso vestido conchevino ligero y fresco. Cuando al fin estoy lista me dirijo al comedor sin encontrar a nadie, últimamente se está haciendo costumbre no desayunar salgo al jardín buscando a Leslie para poder irnos a visitar la casa pero me encuentro con que ella esta acompañada; su prometido esta con ella, otro chico que además de mirarla fijamente la ve como si lo que tiene en frente fuera comida.


-Leslie- digo provocando que se asusten por mi intromisión.

-lula, buenos días- dicen ambos en coro mientras hacen un pequeña reverencia.

-es hora de irnos- les digo imitándolos.

-vámonos- Leslie salió corriendo con su prometido hacia el coche, ese chico no era de agrado pero ella disfrutaba su compañía, jae y Jacob tampoco lo soportaban pero nada podían hacer ante la determinación de esa péquela niña que era mi hermana.


Taemin trataba por todos los medios de caerme bien pero sus intentos eran en vano ya que jamás permitiría que mi hermana se case con él antes de cumplir su mayoría de edad, además el haberlo encontrado varias veces a punto de besarla le mermaba puntos.


Si se me hubiese ocurrido contárselo a jae y Jacob ese muchacho de dulce mirada ya estuviera tres metros bajo tierra pero mi desagrado no me empujaba aun a convertirme en asesina.


Cruce el umbral y mi corazón se oprimió como siempre, era un sentimiento que ya conocía pero que nunca me había gustado, camine por la alfombra carmesí bordada con oro dirigiéndome al despacho, observando cada detalle como si fuera la primera vez que visitara el lugar, aun con el paso de los años mi nariz percibía el olor de mi padre con claridad.


Me detuve a observar el enorme cuadro del salón principal donde mis padres, los verdaderos, sonreían mostrando que su amor era inmenso, al ver a mi madre siempre me había parecido que ella tenía porte de princesa y mi padre de un gallardo caballero.


Jamás me quedaron demasiado claras las razones por las que murió pero ahora ya no hay nadie a quien pueda preguntarle lo que aconteció hace ya tantos años, lo único que sé es que fue asesinada.


Tantos recuerdos se amontonan en mi mente intentando no escapar, las lagrimas vuelven a brotar mientras estoy parada en la solitaria estancia que solo visito una vez cada dos años, mas sin embargo cada día deseo haber crecido aquí con mi familia intacta.

DEJA VU

En medio de la llanura cerca de una pequeña elevación de tierra lejos de cualquier persona dos figuras se divisan paradas frente a frente, son un hombre y una mujer, la chica lleva un vestido morado que ciñe su figura, sus negros cabellos vuelan con la brisa matutina chocando contra su rostro, su piel blanca se mezcla con las nubes del cielo, sumida en el silencio de la lejanía.


Al hombre que mira esta tan perdido en sus ojos como ella, es alto de cabello negro azabache un poco largo pero no demasiado, su piel un poco blanca pero dorada es perfecta y pura, sus ojos demuestran una leve picardía, la media sonrisa que esboza provoca tocarla y atesorarla, su cuerpo es perfecto delicado como el solo se yergue galante frente a la dama.


El silencio sigue enredándolos en un ritmo lento pero desordenado haciendo que los segundos se conviertan en minutos y luego en horas. Ella baja la mirada girando levemente su cabeza hacia el costado izquierdo, el toma su quijada entre los dedos intentando llevarla frente a el.

Los ojos del hombre empiezan a brillar por las delicadas lagrimas que empiezan a aparecer al igual que en los ojos de ella.
-porque- pregunta el con desesperación.


-somos diferentes ya te lo dije- responde ella.

Una lagrima furtiva empieza rodar por su mejilla pero el la atrapa antes de que pudiera seguir con sus labios, besando el lugar donde antes iba la gota salina.


-se que somos distintos pero no me importa- susurro el en su oído.

-no entiendes que yo no puedo sentir el calor de tus sentimientos- afirmo ella nuevamente.

-no me interesa- la chica intento alejarse de el.

-mak- soltó mientras la giraba acercándola peligrosamente, quedaron mirándose el uno al otro a escasos milímetros, era evidente lo que iba a ocurrir.

La beso apasionadamente haciendo que ella sintiera una sensación extraña que en su estado no podría sentir por nadie, pero que aunque todo el mundo diga que no existen estaban presentes en su alma.

-yoo…chun- soltó en un gemido imperceptible.

-yo se que tu alma esta viva aunque tu corazón no lata como el mío- respondió el mientras la volvía a besar de la misma manera.

Dejo de resistirse y lo abrazo fuertemente aferrándose a su espalda, se acurruco en el pecho de su acompañante sin poder evitar soltar mas lagrimas sollozando.

-nuestras familias jamás lo permitirán- decía aun – no quiero que te hagan daño-repetía suplicante.

El solo acariciaba su cabello tratando de que se relaje para que ella pudiera ver las cosas como el lo hacia.

Las dos figuras se habían convertido en una sola mezclándose entre ellas convirtiéndose en un único ser fundido.

Un ruido se escucha en la distancia provocando que se sobresalten, sus finos oídos escuchan incluso a los insectos arrastrarse por el suelo, es obvio que alguien se acerca, ella lo mira directamente y el entiende a la perfección lo que trata de decirle.

Se alejan el uno del otro caminando rápidamente en direcciones opuestas recordando la seguridad de su amor, mas sin embargo la duda los acosa repetidas veces, no saber lo que acarreara su decisión, tal vez consigan la paz o tal vez la muerte dirija su estropeado destino.

Una guerra podría desatarse, la sangre mezclada seria su expulsión del círculo, dedos la señalarían empujándola al abismo de la soledad, destruirían todo lo que ella quiere y aun su poderosa familia jamás podría salvarla del infructuoso porvenir.

Shakespeare despertó nuevamente, familias contrarias que no ven mas allá de su nariz cegadas por inútiles tabúes que no hacen más que crear la infelicidad. Construyen cada vez paredes más altas que lo único que logran despertar es la terquedad de los amantes que se aferran con más fuerza buscando saltar obstáculos sin importar si es un suicidio.

La paz es efímera y la circunda la guerra a cada instante, miles de tratados no valen nada si la decencia no existe.

La voz que escucho no es la mía, una película esta transmitiéndose frente a mi, no se si es la realidad o un sueño al que entre por error.

De nuevo el tiempo gira, un reloj lejano me transporta hacia el, mis pies no se mueven, mas las imágenes aparecen.
Una casa que conozco se levanta frente a mi, tan grande como la mía sin embargo un poco mas lúgubre, decorada con imágenes de animales extraños que jamás vi, camino lentamente buscando a alguien que pueda reconocer.

Llego a una habitación con enormes vitrales que permiten una visión perfecta del paisaje. Un telescopio llama mi atención, mas bien el chico que mira por el, es el mismo de antes, el que estuvo con mi hermana. Mientras mira por el artefacto no puede evitar sonreír, al parecer no me ve, es como pensé no soy mas que un simple espectador rescatando ilusiones o recuerdos tal vez.

Una voz se escucha llamándolo haciendo que el se retire de la habitación, intento seguirlo pero la puerta se cierra frente a mi, miro por el telescopio que el antes uso quedándome helada cuando fijo el curso anterior.

Apunta hacia mi casa, directamente al jardín donde esta mak observando las flores, ella erráticamente también mira hacia este lugar sonriendo aunque pareciera que tuviera la mirada perdida ella sabe exactamente que esta mirando. Todo el tiempo pensé que ella heredo el gusto de mi madre por el jardín pero en realidad lo que hacia era observar una y otra vez hacia este lugar sintiéndose conectada con el hombre que al aparecer la amaba.

Todo oscurece de nuevo llevándome lejos otra vez, el reloj que ya vi una vez empieza a girar convirtiéndome en agua que viaja liquida por el espacio.

Otra habitación, pero ahora se a quien le pertenece, maka esta parada junto a la ventana con su propio telescopio maniobrándolo sin cesar, cuando al fin logra tener la dirección que deseaba tampoco puede evitar sonreír, una y otra vez con emoción.

Minutos transcurren hasta que finalmente se va, miro por el lente sabiendo lo que veré, deseando equivocarme para acusarlo mas no es así.

El chico de antes esta sentado leyendo un libro con la pierna cruzada, lanzando miradas hacia donde me encuentro y sonriendo ligeramente.

No entiendo nada de lo que ocurre, todo es confuso –es un sueño- repito sin cesar –un simple sueño- trato de convencerme.

Seria demasiado elaborado planear un amor imposible de esta forma, además no puedo evitar pensar que mak odia infinitamente a esa familia.

Me siento sobre la cama esperando encontrar el sentido de todo lo que eh visto pero no puedo encontrarlo.
Vuelve la oscuridad, y la rutina se repite una vez más.

Las inmensas llanuras ofrecen un perfecto paisaje sin embargo se que debo buscar en ese lugar, miro por todas partes buscando, me detengo al encontrarlos, las dos figuras se alzan junto a un árbol.

-incluso si no puedo tenerte, incluso si estas solo en mi mente, si es un sueño sin sentido, si no puedo hablar ni tocarte, aun así sabes que te amo- decía intentando abrazarla.

-no se que hacer- respondía ella –estoy comprometida, mis prometido llegara muy pronto y no puedo negarme- su voz se empezaba a escuchar melancólica.

- aunque nos separen y no pueda volver a verte jamás mi amor no disminuirá- dijo con firmeza.
-el mío tampoco- susurro lentamente.

El la abrazo fuertemente haciéndola temblar con el contacto.

-aunque mil veces digas que me odias, y trates mal a mi familia yo se lo que realmente hay dentro de ti- hundió su cabeza en el pecho del chico tratando de no llorar.

- te amo- soltó débilmente-pero mi sangre me obliga a odiarte- concluyo.

-lula- escuche con fuerza.

Me gire a ver quien podía haber llegado hasta allí pero no veía nada, las imágenes se volvían borrosas desapareciendo, derritiéndose como cera.

Abrí mis ojos para encontrarme con los de Maite, mientras repetía mi nombre y me agitaba con fuerza.

-que pasa- dije aun somnolienta.

-el prometido de maka- dijo con fuerza –llega mañana- mis ojos se abrieron enormemente.

Recordé mi sueño, me incorpore velozmente y corrí hacia la habitación de mak, cuando entre vi el telescopio plateado, me acerque lentamente deseando que no este dirigido hacia ese lugar, me incline para observar y un dejavu despertó mi interior. Podía ver perfectamente esa lejana casa, los enormes ventanales de la habitación que conocí y el mismo chico observando por su telescopio hacia el jardín.

Me aleje asustada, no podía ser verdad, lo que vi en mi sueño era real.