lycans and vampires

ROZANDO EL FUEGO

Mi cabeza esta sobrecargada confundida entre todo lo que existe dentro de ella, miles de preguntas la acusan a cada instante tratando de centrarla en un solo pensamiento al fin.


Estoy un poco confundida por los últimos sucesos, cada vez entiendo menos lo que le ocurre a mi cabeza, últimamente las imágenes vuelan en mi mente con rostros y paisajes que se levantan indemnes y extraños frente a mis ojos, se repiten una y otra vez sin que pueda descifrar el sentido de esas apariciones. Tienen relación con mi familia, algunas son mas claras que otras y la de mak estoy segura fue real.


El verano comenzó antes este año, nuevamente la luna se yergue reinando sobre el firmamento todo el día, ya no eh vuelto a ver a junsu desde hace tiempo lo que provoca dolor en mi corazón, esta noche nos han prohibido salir a Leslie y a mi, los gritos y sonido de cadenas son mas fuertes. Empiezo a armar una historia en mi cabeza sobre lo que encierra este misterio mas aunque especule miles de variantes jamás seria capaz de poner en duda algo que ellos hacen. Son mi familia y por ende se que no son capaces de dañar a alguien más.


Veo los finos granos de arena arremolinarse intentando cruzar el delgado cuello del reloj, tengo miles de libros regados por la habitación pero ya conozco las historias que encierran, las eh leído una y otra vez hasta el cansancio tratando de distraerme pero ahora son inútiles para mi distracción.


Solo tengo la oscuridad de la noche que me envuelve permitiéndome respirar, la brisa helada que se filtra por una rendija, mis visiones me están preocupando aunque lo intente no puedo pensar en otra cosa, cada vez son más seguidas y a veces hay gente desconocidas en ellas pero debo concentrarme y pensar que no son reales.


Cada día pienso en tres personas que están en mi corazón sigo girando alrededor de mi destino preguntándome si alguna vez podre mirar claramente lo que realmente deseo pero siempre termino con la misma duda de siempre, a mis labios llegan los recuerdos de los suyo y lo que cada uno me hizo sentir, no se a quien amo de verdad por lo menos aun no logro descubrirlo.


Hyun siempre trata de distraerme sacándome a pasear por la ciudad o a cabalgar, evitando ir hacia los linderos que me separan de lo Kim di marckel, pero nada logra sacármelo de la cabeza, en algunas ocasiones eh optado mirar por el telescopio de mak pero no veo nada en realidad, eh podido notar que ya ni ella mira hacia ese lugar ya que siempre que voy a fisgonear está dirigido al cielo mirando a las estrellas dejándome deprimida por no poder saber de el.


Otro ruido extraño se escucha, madera cruje con fuerza y pareciera que se acerca mas a mi habitación, la paranoia está empezando a consumirme. Lo mejor que puedo hacer en este momento es dormir, mañana ya podre salir de entre estas cuatro paredes que me empiezan a asfixiar.


Otra noche oscura que me hace desear despertar, pero se que si comenzó ya no habrá vuelta atrás puedo sentir las hierba entre mis pies, continuo con la misma prenda que cuando dormí, camino lentamente buscando algo que me diga donde estoy, no veo mas que figuras con túnicas negras y rojas paseándose como sombras mientras entran a una mansión, me quedo congelada al darme cuenta donde estoy.


Una casa, con imponentes blancas paredes con enormes ventanas por donde la luz de la luna comienza a entrar , camino con curiosidad y un poco de miedo a la vez.


Sigo a uno de ellos hasta la sala donde al parecer están reunidos, buscando a alguien de mi familia, camino lentamente y encuentro a la ultima persona que hubiese imaginado ver, en el centro de la habitación una hermosa mujer vestida de negro, sus oscuros cabellos se confundes con su ropa, tiene ojos grandes y piel morena, una lagrima furtiva se escapa por mi mejilla rodando hasta el final de mi rostro y desapareciendo en la nada.


La misma mujer del cuadro esta parada ahí, mi madre, no puedo concebir ninguna palabra en mi boca, jamás había podido verla de forma tan clara su recuerdo para mi no era mas que humo en mi memoria que se desvanecía al siguiente segundo, intente acercarme y tocarla pero mis manos la traspasaron, aun así intente tocarla nuevamente con el mismo resultado.
Entendí que no conseguiría nada. Frustrada me siento sobre un sofá a observar otro capítulo de esta historia que jamás
tiene relación,


-que es lo que trae al círculo a mi casa- dijo mi madre con altivez.

-sabes que es lo que queremos- respondió molesto uno de ellos.


Mi madre cambio su expresión poniéndose seria, se sentó junto a mí, yo la veía con curiosidad y sorpresa estudiando cada detalle de su rostro asegurándome que no fuera a olvidar nada.


-no sé cómo me encontraron, pero regresen por donde vinieron- ahora se escuchaba un poco preocupada.


-son un peligro, no podemos hacerlo- soltó alguien con voz conocida.


-acaso no conocen cual es su lugar, yo soy quien tiene el poder sobre ustedes no al revés- la furia comenzaba a crecer.


-renunciaste a serlo y nos dejaste sin heredera, no mereces reclamar, solo permítenos llevarlas a donde deben estar- el que hablaba tenía confianza en sus palabras.


-ya no importa, ellas se fueron y jamás las encontraran, la única persona que puede protegerlas y esconderlas sin exponerlas se la llevo- mi madre sonreía triunfante.


Todo empezó a oscurecerse mientras empezaba a caer en un profundo abismo sintiendo la nada debajo de mí. Sentí aliento tibio rozando sobre mi rostro y una mirada penetrante, abrí mis ojos delicadamente y vi a hyun sobre mí, tanto que invadía mi espacio.


-hyun – pregunte sorprendida.


-no lo aguanto- soltó mientras inhalaba y exhalaba aire rápidamente.

-esta es mi habitación- susurre para que se fuera.


Su mano empezó a recorrer mi cuerpo sobre la delicada tela que me cubría, sentí escalofríos y ganas de empujarlo lejos; sus dedos llegaron hasta mi rostro ligeramente moviéndolos de una lado al otro. Empezó a acercarse aun mas no podía moverme pero no sabía si era porque tenía miedo o placer con el roce de su piel.


-tu cuello- dijo sin que entendiera.


Abrió su boca dejando al descubierto unos enorme y afilados colmillos blancos como las perlas, todo mi cuerpo se sobrecogió mientras emanaba un sonido imperceptible que me congelaba, fije mi mirada en sus ojos que ahora tenían un toque carmesí que poco a poco se iba convirtiendo en un rojo profundo.


-no- exhale en un suspiro y cerré mis ojos esperando la mordida inminente pero nada llego, volví a abrir mis ojos pero ya no había nada, estaba sola en la inmensidad de la oscura habitación.


Me levante buscando algún rastro que demostrara que fue realidad pero no había anda salvo la ventana abierta ampliamente con la cortina de seda purpura agitándose fuertemente por la brisa nocturna.


Me quede mirando a la nada mientras trataba de pensar que no había ocurrido siendo solo un simple sueño otra vez.