lycans and vampires

CENIZA

Los recuerdos son la ceniza del pasado que permanecen por un tiempo emitiendo calor pero que poco a poco se van enfriando, tengo miedo que alguna vez mis recuerdos vuelen con la brisa y desaparezcan dejando simplemente la fría tierra. Siento como mi cerebro es estrujado cada vez que tengo una visión, estoy cansada de ellas aunque pude ver a mi madre no entendí nada de lo que vi, cada vez voy cayendo en la oscuridad un poco más.


La conversación que presencie fue demasiado confusa, no logre entender nada de lo que decían, el circulo de nuevo, esa palabra que aunque akiko haya dicho es una sociedad fue la causante de nuestra separación o tal vez no. Las preguntas empiezan a atosigarme impidiéndome respirar, sumergiéndome en la duda mas y mas.
Siento una mano en mi hombro, me giro rápidamente para ver quién es, la experiencia de sentir a hyun tan cerca de mí me tiene asustada aun si fue un sueño nada más.


-hyun- dije sin poder evitar el miedo.


-estas bien- pregunto al notar mi reacción.


-si solamente me tomaste por sorpresa- fue lo único que se me ocurrió responder.


-solo quería decirte que eres muy importante para mí- no entiendo porque dijo eso pero lo único que hice fue asentir con la cabeza e intentar salir de ahí, me dispuse a caminar con rapidez, de pronto sentí el agarre de su mano en la mía, iba a pedirle que me suelte.


Imágenes de la noche anterior pasaron por mis ojos como relámpagos, podía ver la misma conversación pero desde otra posición de la habitación, era igual a la ultima vez en todos los detalles pero duro un poco mas, después de la última frase de mi madre, se acercaron mas y mas a ella encerrándola, yo también lo hacía aunque no estaba segura de si era mi cuerpo, las imágenes empezaron a desvanecerse como cera de repente escuche un grito desgarrador volviendo a la realidad, mire la pasiva mirada de hyun; mis fuerza decayeron volviéndose todo oscuro escuche la voz de hyun diciendo mi nombre en un susurro que desapareció.


Abrí mis ojos aun adormilada, no sabía que había ocurrido, al parecer caí desmayada, me erguí esperando encontrarme en mi habitación, mas la decepción me embargo al descubrir que no era la mía, donde me encontraba era un lugar más lúgubre decorado con colores más oscuros pero no demasiado, me levante de la cama para irme de ese lugar pero al hacerlo algo cayo del buro, un libro muy antiguo lo levante y de el cayo una nota no me pensé que sería una insolencia leerla “la princesa sucumbirá al amanecer” parecía la cita de un libro, la guarde sin darle importancia.


-estas mejor- dijo una voz que ya conocía.

-donde estoy- solté en tono defensivo.

El sonrió enigmáticamente igual que siempre, acercándose a mí.

-en mi habitación- contesto de forma seductora.


Empezó a invadir mi espacio vital haciendo que me sintiera incomoda, no sabía cómo escapar de ese momento tan embarazoso, tomo mi quijada con su mano elevándola para que pudiera verlo llegar hasta mis labios.


Me beso apasionadamente, al principio no respondí, pero sus labios me gustaban debo aceptarlo además parecía todo un experto en lo que hacía, lo que me llevaba a pensar que antes de mi debieron haber muchas. Sus manos comenzaron a moverse por mi espalda intente detenerlo pero no lo lograba mis músculos no respondían a mis órdenes, me deje llevar por el esperando que algo nos interrumpiera.
Alguien toco la puerta insistentemente logrando salvarme de sus brazos, suspire aliviada a lo que él me miro de manera extraña, solo sonreí.

-quien es- dijo molesto.


-los señores piden que baje a comer- note que hablo en singular, no sabía, que yo estaba en su habitación, aun siendo el mi prometido esta situación sería imperdonable, pensé en hablar para que lo descubrieran y se terminara el compromiso pero cuando estaba a punto de hacerlo hyun me tapo la boca adivinando mis intenciones.


-en un momento bajo, yo llamare a lula- esa oportunidad fue única y la perdí.


Cuando la mucama se fue, el retiro su mano de mis labios.


-debemos bajar- hyun tomo mi mano y me jalo hacia el comedor.


Bajamos por las escaleras y al llegar no pude evitar sonrojarme cuando nos vieron llegar juntos, la paranoia estaba apoderándose de mí, trate de no parecer nerviosa y me senté en mi lugar habitual.


-lula-mi padre hizo que me sobresaltara. Me vio de manera extraña ante mi reacción.


-si papa- trate de que no parecer extraña, hyun sonrió al ver mi nerviosismo.


-faltan dos semanas para tu cumpleaños, necesitas vestidos nuevos ve a comprarlo con tus hermanas- asentí con la cabeza mecánicamente si percibir lo que decía – que fiesta- pregunte al darme cuenta.


-la tuya sin duda o debería ser tuyas- decía despreocupadamente.


-acaso tendré mas de una, ni siquiera sabia que este año fueran a hacer una-era un mal momento para que yo tuviera que preocuparme por una fiesta.


-tus dieciocho años son un gran acontecimiento- lo mire con ojos de aburrimiento-además ya ha sido decidido, una será en tu cumpleaños y la otra al siguiente día- suspire tratando de mostrar inconformidad pero tan pronto lo hice mi padre me lanzo una mirada asesina que me obligo a bajar la cabeza.


-entonces iré con mis hermanas- tuve que rendirme.


-yo la acompañare- hyun sonrió graciosamente mientras hablaba.


-perfecto- dijo mi padre, mire a mis hermanas pidiendo auxilio pero ninguna parecía compadecerse de mis, me conforme con mi suerte y me levante para arreglarme.


Como caídas del cielo escuche una voz antes de q cruzara el umbral.


-necesito comprar un vestido también-dijo maka tímidamente.


-y..Yo - maite casi se traba por la rapidez con la que reacciono.


La sonrisa de mi padre y de hyun se desvanecieron, yo sonreí para mis adentros al lograr sentirme más segura, no podía evitar sentir más confianza, corrí a cambiar me rápidamente y salimos hacia la ciudad.


Como siempre la ciudad de parís está cubierta por una fría capa de aire helado a esta hora, caminamos por entre los carruajes que llevan en su interior cientos de niñas ricas como nosotras, tal vez peores q nosotras, nos bajamos en la esquina del boulevard empezando a caminar mirando vitrinas, hyun se detuvo bruscamente haciendo que chocara con su espalda.


-que pasa-pregunte.


-estas bien-contesto al darse cuenta.



-si, pero que paso para que te detuvieras así- me dolió un poco el golpe especialmente en mi nariz.


-nada pero creo que deberíamos ir por otro lugar-tomo mi mano recogiendo sus pasos, antes de girarme pude ver a junsu y sus dos hermanos, por un instante me negué a ir por donde me llevaba hyun pero reaccione dándome cuenta de quién era mi prometido.


Entramos a una tienda de vestidos, hyun trataba de no aburrirse pero le era imposible, para nuestra suerte jae y Jacob entraron del brazo de mis cuñadas, las cuales parecían muy cómodas para ser sincera. Se acercaron a hyun y se lo llevaron para la sección de caballeros, eso al menos me dio un pequeño respiro, no podía encontrar nada que me convenciera por completo, ningún vestido me parecía lindo como para llevarlo en mi fiesta tal vez lo que me preocupaba no era si el vestido me gustara a mi sino a junsu, trate de sacar esos pensamientos de mi cabeza sacudiéndola.


-ya va un año desde que eres mi fanática- el aliento de junsu entro por mi oído provocándome sobresalto.


-quien dijo que era tu fan- trate de sonar lo más calmada posible.


-si no lo eres, al menos estoy seguro que te gusto- aunque sabía que lo que decía era cierto, no podía permitir quedar al descubierto.

-te eh dicho que tienes el ego del tamaño del mundo-soné sarcástica al hablar.


-algunas veces- su voz era burlona.


-porque te me acercas si me consideras una loca con la que además engañaste a tu verdadero amor- ya no deseaba continuar con la conversación.


-no lo sé- su mirada cambio, el espacio entre ambos disminuyo-solo sé que aunque después de acercarme me sienta como un idiota tengo que hacerlo-lo mire sorprendida.


-acaso eres un animal que solo responde a sus instintos- pregunte para terminar con esa situación.


-y si es así que mas da- dijo mientras me estampaba otro beso en mis labios.


El elixir más dulce de este mundo llego a mi paladar pero con el también pude sentir fuego que provenía de él y se dispersaba en mi, sus manos tomaron mi cintura y las mías subieron por su espalda, sentí como estaba cayendo en un lago lleno de agua que era refrescante y fortificante; me puso contra la pared haciendo sus besos cada vez más intensos, pensé que no podría detenerme.


-junsu- una voz femenina me saco de el dulce buffet.


-quien es-susurre tratando de esconderme en los vestidos.


-mi hermana- me dio un beso en la mejilla dejándome sorprendida ante su acción-este modelo te quedara perfecto-me entrego un vestido rojo suave.


-que..- no me dejo terminar y salió a ver a su hermana, me quede estática en el mismo lugar sin saber que había ocurrido en realidad.


-lena, te dije que ya iba a subir, que no necesitabas venir a buscarme- una de las chicas que en la fiesta me había acorralado hablaba con él, solo que ahora tenía una mirada dulce de niña buena.


-pero tardaste demasiado-hizo un puchero y abrazo a junsu, por una milésima de segundo me pareció que vio hacia donde me encontraba pero no fue más que mi imaginación.


Estaba por ir a ver a mis hermanas aun con el vestido que me dio en las manos cuando escuche una voz familiar.


-yunho que vamos a hacer- preguntaba maite preocupada.


-escapar-respondió yunho despreocupado.


-acaso quieres que inicie otra guerra-maite lo miraba consternada.


- prefiero una guerra a perderte- ella lo abrazo.


-toma- dijo yunho entregándole un vestido magenta-se verá hermoso en ti- mire el vestido en mis manos y no pude evitar preguntarme si todos los hermanos hacían lo mismo-no te preocupes, cuando nuestro príncipe y tu princesa sean nombrados sabremos cual será nuestro futuro- acaso hablaban de la monarquía francesa, que relación podía tener con ellos.


-espero que se decida pronto-dijo maite dándole un beso en la boca y caminando hacia el salón principal.


No podía creer lo que veían mis ojos, mis dos hermanas enamoradas de chicos con los que no pueden estar, ambas comprometidas como yo.

Nuestro futuro se pintaba de colores oscuros, suspire caminando hacia la entrada con el vestido que eligió para mí, me encontré con hyun quien traía un vestido purpura muy lindo, me lo extendió.


-pensé que se vería perfecto en ti-dijo colocándoles obre el que ya tenía.


-me llevo los dos-concluí, los pagamos y fuimos de regreso a casa, me dedique a mirar por la ventana del carruaje sin fijar ningún punto en especial, pensando los usar que sería mi vida de ahora en adelante.