lycans and vampires

Hoy es el gran día para el que me han estado preparando desde que llegue a esta casa, cumplí dieciocho años, soy la dueña de mi porvenir, hoy me convertiré en un mujer poderosa gracias a la fortuna que heredare, aunque mi apellido cambio todo a sido cuidadosamente arreglado para que lo mas pronto posible tome posesión. Debería sentirme emocionada pero no es así, poco me importa ese dinero apenas me lo den le daré poder a min para que lo siga administrando.


-lula- escucho la voz de mi madre-levántate – esta aun oscuro afuera, no son mas allá de las cinco de la mañana.

-es muy temprano aun- no tenia ganas de dormir pero tampoco de comenzar el día aun.

-tu ceremonia comenzara muy pronto, vístete y baja al recibidor- abrí mis ojos y me senté viendo como mi madre colocaba un vestido sobre la cama y una túnica junto a el.

-de verdad debo usar eso- no me gustaba el rojo sangre, no iba conmigo.

-hazlo, ya sabrás porque- no pronuncio una palabra mas y se retiro de la habitación.

Me puse el vestido de seda llano con caída que acariciaba mi piel, parecía mas mi ropa habitual para dormir que un vestido para salir de mi habitación. La túnica era negra, me parecía haberla visto en algún lugar pero no estaba segura de donde fue, camine por el pasillo aun en la oscuridad guiándome solo por los candelabros.

-esperanza- una voz sepulcral se escucho me gire buscando su procedencia pero no hallaba su origen – fe-un eco invadió mis oídos – eternidad- se me erizo la piel, apresure el paso para llegar lo mas rápido posible.

La capucha se había resbalado descubriendo mi cabello negro, el vestido se sacudía al son de las ráfagas de aire que se formaban por la velocidad de mis pasos, podía sentir un sentimiento tenebroso en toda la casa, baje las escaleras como un rayo sin ver hacia donde caminaba, choque contra algo en mi camino.

-estas bien- la voz de hyun hizo que me separara inmediatamente.

-si- dije poniéndome de nuevo la capucha.

Me ofreció su brazo y me llevo por un pasadizo que nunca antes había visto, parecía tener miles de años por el polvo que estaba regado por todo el lugar.

-donde vamos- pregunte sin obtener nada más que una dulce sonrisa de su parte.

-sangre-otra vez la voz de antes, me aferre mas al brazo de hyun ocultándome en su hombro.

Llegamos a una habitación circular con una plataforma que se dirigía a un altar central y alrededor estaba cubierta de agua cristalina, todo era color blanco y carmesí brillando por la luz de la luna que se filtraba por una abertura en el techo.

Caminamos por en medio de personas encapuchadas como yo pero que por debajo tenían blancas vestiduras, tres personas me esperaban en el altar, una figura alta me extendió la mano invitándome a subir los tres escalones, hyun me soltó y se dirigió donde estaban los demás.

-lula- me gire al escuchar la voz de Leslie caminaba por el camino vestida de la misma forma que yo, estaba tomada del brazo de taemin, podía reconocerlo aun con la túnica.

-que pasa aquí-pregunte a quien me extendió la mano.

-cumpliste dieciocho años, es hora de que decidas y tu hermana también- no sabia a que se refería- quieres seguir siendo parte de esta familia con todo lo que eso conlleva o tomaras la decisión de abandonarnos.

-papa-pregunte al notar su voz.

-serás un vampiro o una humana- no me respondió.

-vampiro- me asuste al escucharlo.

-toma tu decisión, te daremos un momento-dijo y todos los presentes desaparecieron sin dejar rastro.

-lula, que harás- Leslie se sentó junto a mi.

-no estoy segura- me tape la cara con mis manos.

-yo lo hare-su voz era segura.

-sabes lo que dices- pregunte viéndola.

-ellos son la familia que conocí- tenia buenos argumentos a su favor.

-no te arrepentirás- pregunte.

-no-contesto secamente.

Nos quedamos sentadas largo tiempo con la decisión ya tomada por Leslie, observe cada detalle del lugar donde nos encontrábamos, las blancas paredes son decoraciones rojas no parecían ser hechas por un ser humano, eran perfectas y me hipnotizaban.

-ahora entiendo - Leslie me hablo.

-que- pregunte sin entender.

-el frio que sentíamos cuando nos tocaban, lo poco que comían, las noches en que nos encerraban-era verdad, todo ahora parecia tener sentido.

-están listas- los encapuchados aparecieron nuevamente.

-si – tome la mano de Leslie y caminamos hacia ellos.

Nos pusieron nuevamente las capuchas ocultando nuestros rostros recostándonos en una especie de cama de mármol negro.

-pueden elegir a su guardián para que las convierta- aun tenia miedo de lo que pudiera pasar como para pensar en alguien.

- taemin- se apresuro Leslie a decir.

-Maite-dije yo, era mi hermana mayor después de todo.

-no podría-se negó.

-lo hare yo-hyun se adelanto.

Antorchas que antes no había visto se encendieron iluminando, las voces del pasillo se volvían a escuchar pero nadie mas que yo les ponía atencion. Mi corazón empezó a latir con mayor velocidad casi saliéndose de mi pecho.

Se paro junto a mi viéndome a los ojos por un instante, pronuncio palabras en un lengua que jamás había escuchado y lentamente se inclino hacia mi.

-quien te convierte puede leer tu mente- abrí mis ojos cuando lo dijo, era un peligro q supiera lo que mis pensamientos escondían –es broma-
sonrió haciendo que me calmara.

Sentí su aliento en mi cuello, se acercaba un poco mas a cada momento, sus colmillos rozaron mi piel a lo que intente alejarme el me tomo por
los hombros y me sostuvo con fuerza, en un solo movimiento los incrusto haciendo que arqueara mi espalda, todo dentro de mi empezó a tener paso lento, mi corazón estaba disminuyendo su marcha podía sentir como la vida se escapaba en un suspiro, la oscuridad me envolvió mientras una lagrima brotaba precipitándose por mi mejilla; un largo pasillo con una luz al final se extendía frente a mi, antes de que pudiera caminar hacia ella una fuerza me halo alejándome para regresar al mundo terrenal.

Respire con dificultad; hyun aun succionaba la sangre de mi cuello, intente separarlo con mis manos.

-deben desaparecer tus latidos- caí desmayada por la falta de sangre.

Cuando abrí mis ojos todo era distinto, cada movimiento y sonido era captado por mi al instante por mas diminuto que fuera, mis ojos se desenfocaban con facilidad.

-ahora eres una de nosotras- sus palabras retumbaban en mis oídos.

-me siento mal- tenía hambre sin razón.

-necesitas sangre, cuando Leslie reaccione te la daremos- asentí con la cabeza sintiendo como todo se ordenaba.

Cuando mi hermana al fin despertó hyun acerco su cuello a mi, no sabia muy bien que debía hacer pero involuntariamente incruste mis colmillos en el, succionando su sangre, me parecia el mas delicioso elixir que jamás hubiese probado, no quería dejar de probarlo pero el me separo.

Un rayo rojo lleno la habitación entrando por el orificio despareciendo inmediatamente, levante mi mirada y vi una luna completamente roja, aullidos de lobos se escuchaban en la lejanía, pensé que era normal pero todos los presentes me veían con miedo en sus ojos.

-que pasa – preguntamos al unisonó.

-no lo se- respondió changmin mirando a akiko en búsqueda de respuesta.

El silencio reino en el lugar por algún tiempo pero de pronto un sonido se escucho, el tamborileo donde no había mas vida ya, latidos de corazón invadieron a los presentes obligándolos a retroceder, los mire con curiosidad buscando el origen hasta que lo halle quedando anonadada, era el mío, el nuestro, nuestros corazones volvieron a latir de nuevo, primero con ritmo lento y nervioso para luego recobrar su ritmo normal.

-imposible- akiko intento acercarse a mi –debes ser mordida otra vez-hyun iba a acatar su orden cuando una ráfaga de aire irrumpió encerrándome a Leslie y a mi. Algunos intentaron desaparecer pero eran devueltos al salón.

-sangre- la voz del pasillo sonaba con más fuerza.

-la voz de nuevo- solté llevándome las manos a mis oídos.

-la escuchaste antes- preguntaron mis hermanos.

-si- respondí.

Chorros de agua se elevaron hasta el techo formando cascadas cristalinas que no tenían comienzo ni fin. Las antorchas estallaron dejándonos en oscuridad para luego emerger del agua girando fuera de las paredes que ahora me encerraban, nadie podía acercarse.

-poder- otra palabra se soltó en el ambiente.

La tierra se abrió en surcos logrando que todo temblara.

-fe- las llamas se tornaron mas grandes.

-tengo miedo- abrace a Leslie intentando darle seguridad.

-esperanza- el piso se lleno de sangre, no podía bajar de la mesa de mármol.

-amor-un grito agudo hizo que todo desapareciera por instante, era un hombre el que se lamentaba en algún lugar como si recibiese tortura.

-poder-todo se elevo de nuevo, las llamas se unieron impidiéndome ver hacia el exterior.

El grito se escucho una vez más, mi hombro empezó a quemarme, me queje por el dolor con un grito como el que antes escuche.

Sentía que podía morir en ese momento. Cuando al fin pude controlar el dolor, sin saber como ni porque me levante caminando sobre la sangre en el piso, me detuve frente a la muralla artificial que se levantaba frente a mí.

-mare- grite sin saber lo que había dicho, todo empezó a descender volviendo a como estaba en un principio.

-no!-tome de la mano a mi hermana-quiero irme- camine sobre el blanco y pulcro piso donde antes había sangre, mientras lo hacia todos empezaron a inclinarse ante nosotras.

-no te vayas-jae y Jacob rogaron.

-ya nos convirtieron y no funciono-dije tomando mi camino.

-eres una vampiro- se apresuraron a decir.

-mi corazón late, no lo escuchas acaso- conteste.

-eres vampir regina- usaron la lengua en la que antes hable.

-no soy su reina, antes era humana, como podría serlo-quedaron desarmados sin poder darme una respuesta.

Me abrí paso a donde recordaba estaba la puerta pero antes de que lograra dejar el lugar un hombre apareció frente a mi.

-Alteţă- otro que me llamaba así.

-no soy su reina-reitere.

El hombre levanto su cabeza descubriéndola, tenia todo el cabello blanco aunque no parecía tener mas allá de veinte años, sus ojos eran verdes con trazos negros en el interior.

-soy el guardián del circulo- ahora sabia a que circulo se refería mi familia.

-no me incumbe- corte su presentación.

- ustedes pertenecen al cerc de sânge, son las monarcas de todos los vampiros en este mundo-intente detenerlo nuevamente pero no me lo permitió- en ustedes reside el poder de generaciones, solo con desearlo el mundo seria destruido, pensamos que habían perecido hace quince años, con su madre- recordé mi sueño.

-ustedes fueron- sentí como el fuego se apoderaba de mi.

-como lo sabe- susurro uno de ellos, lo mire con odio y se convirtió en polvo.

-cuide su mirada, puede matar-el guardián continuaba hablándome- teníamos que hacerlo, fueron ordenes de su abuelo-fue mi propia sangre quien me arrebato a mi madre.

-donde esta el- increpe.

-cuando su madre murió renuncio a la eternidad-la persona a quien más odiaba en ese momento estaba muerta, mi ira empezó a despertar con más fuerza, las paredes se empezaron a trisar-debe tomar posesión de su cargo-termino.

-fuera- solté con todas mis fuerzas-desparezcan o los matare-amenace.

Se esfumaron al instante, retome el camino hacia mi habitación, no sabia que hacer, ahora era la reina de los vampiros y mi hermana su princesa, me entere de lo cruel que mi abuelo fue pero olvide preguntar porque lo hizo.

-Srta. Acompáñeme-el guardián invadió mis aposentos.

-acaso quieres que te mate-susurre.

-ahora esta llena de rabia, pero debe saber que de usted dependen millones de vampiros que vagan en el mundo-sus palabras no me convencían-si no me acompañan ustedes podrían morir- concluyo.

-que mas da- ya no importaba.

-y su hermana-inquirió el, sabia que era lo único que me importaba en ese momento. Me levante del sofá donde me encontraba y tome su mano, en un parpadeo me encontré en una inmensa mansión, estaba toda decorada en oro, plata y piedras preciosas.

-donde estoy- pregunte.

-en casa-respondió.

-porque mataron a mi madre- era necesario saber.

- no podemos decirlo, quien lo haga desaparecerá en el viento- me detuve por un instante.

-sabes q podría matarte de una forma peor- solté buscando asustarlo.

-de nada servirá- no me lo diría.

Llegamos a un cuarto oscuro donde niebla vagaba alrededor, Leslie ya estaba allí hablando con el vapor que se formaba.

-que haces- indague.

-hablar con nuestros antepasados- la mire sin dar crédito a sus palabras.

-quiero saberlo todo- grite a la nada.

-lo sabras-respondio una voz conocida.

Un hombre de edad avanzada se materializo frente a mí, ese parecía mucho a mí.

-abuelo- mis palabras estaban cargadas de odio.

-no te pido que me perdones, pero tu linaje te obliga a regir el mundo de los que renunciaron a morir-desapareció otra vez.

-solo para eso me trajiste- el guardián asintió con la cabeza.

Quería irme de ese lugar pero no sabia donde estaba. Debe arreglarse para su fiesta, dicho esto desapareció dejando los dos vestidos que elegí para ese día en la habitación.